
PISADAS GRISES
Yo no quiero que las pisadas de mi niño se vuelvan grises
y que el color de su mirada se apague,
con el aire que deja cicatrices
No quiero ver que su sonrisa se silencia,
con el ruido, ese mismo, que hoy abruma mi existencia
Quiero ver que mi niño camina contento y erguido
y no como si existiera sin sentido
Que cuando corra, vuele alegre por prados florecidos
y que nunca recorra los caminos ya roídos
Quiero que mi niño viva feliz y tranquilo
como sabiendo que su mañana será inmenso,
yo no quiero que viva en un mundo
donde todo lo bello se vuelve denso
Quiero ver a mi niño, niño
porque después llegará su tiempo
para ser hombre, para ser verso
Y cuando mi vida se haga invierno,
vea sus pisadas firmes y calmas,
como cuando hoy lo veo y reconozco
su pequeño rostro y su brillante alma.
Yo no quiero que las pisadas de mi niño se vuelvan grises…
No hay comentarios:
Publicar un comentario